¿Buscas algo más inusual que un cactus o una planta de interior tropical para darle un toque verde a tu casa? ¿Un regalo original?
Permite que te presente a: Aegagropila linnaei, también conocidas como bolas de musgo Marimo. El cuidado de las bolas de musgo Marimo es muy sencillo. Estas esponjosas bolas verdes son totalmente acuáticas y son perfectas para jarrones, jarras o incluso para el acuario.
Marimo: Habitat natural
A pesar de lo que indica su nombre, las bolas de musgo Marimo no están hechas realmente de musgo. Es algo confuso, lo sé.
En realidad, Marimo es un tipo de alga (del género Chlorophyta) que crece en forma esférica debido a las corrientes de agua. Las bolas se encuentran de forma natural en lagos de zonas frías como Japón e Islandia, donde crecen en grandes «colonias» en el fondo del lago. Como con cualquier planta, es importante tener en cuenta el hábitat natural del Marimo si quieres tenerlo en casa.
Por suerte, el fondo de un lago no es tan difícil de imitar en casa, lo que significa que las bolas Marimo son fáciles de cuidar, incluso para los principiantes.
Marimo: Luz & temperatura
Luz. Como las bolas de musgo Marimo crecen de forma natural en el fondo de los lagos, no están acostumbradas al sol directo. Esto significa que no necesitan mucho para hacer la fotosíntesis: la luz indirecta brillante funciona bien. Puedes colocar el contenedor de tu Marimo cerca de una ventana o utilizar una luz fluorescente de plantas para su cultivo.
Temperatura. Una vez más, piensa en el fondo de los lagos. No son los lugares más cálidos, así que tu bola de musgo Marimo tampoco agradecerá el agua caliente. Asegúrate de mantener la temperatura del agua por debajo de los 25 °C para evitar problemas. Como es de esperar, las bajas temperaturas no son un gran problema siempre que las bolas no se congelen.
Recipiente para Marimo
Las bolas de musgo Marimo no son nada exigentes en cuanto a su recipiente, siempre que contenga agua limpia y permita el paso de la luz.
Son una buena opción para alguna pecera que tengas por ahí sin usar. Otras opciones son desde un simple vaso lleno de agua, hasta un elegante jarrón o un viejo frasco de galletas. Incluso puedes añadir otras plantas o musgos de acuario para crear un auténtico jardín acuático.
Marimo en el acuario
También puedes tener las bolas de musgo Marimo en tu acuario. No sólo aportan un toque divertido, sino que también ayudan a mantener estables los parámetros del agua al absorber los nitratos nocivos. Gracias a que este tipo de algas no es invasivo como otros, no tendrás que preocuparte por una explosión de Chlorophyta.
Lo único que hay que tener en cuenta es que algunos acuarios tropicales pueden tener las temperaturas muy altas para Marimo. Además, a algunas especies de peces herbívoros les encantará devorar estas deliciosas algas. Mantén tu Marimo alejado de los entusiastas de algas, como los peces dorados.
Mantenimiento de Marimo
Una bola de musgo Marimo no necesita mucho mantenimiento, por lo que es una buena opción para los que no tenemos tiempo de regar las plantas varias veces a la semana.
Todo lo que tienes que hacer para mantener tus bolas Marimo felices y saludables es cambiar su agua regularmente. Cada dos semanas más o menos debería ser suficiente, a menos que se haya evaporado una gran cantidad de agua. Si hay cloro en el agua del grifo, asegúrate de dejar el agua nueva fuera durante 24 horas para que se evapore o utiliza un declorador para acuarios.
En un contenedor de Marimo pueden aparecer algas, sobre todo si hace calor y hay mucha luz. Deberías poder eliminarlas fácilmente con una esponja limpia que no haya estado en contacto con ningún producto químico (como de limpieza).
Limpiar bola Marimo
Generalmente, las bolas de musgo Marimo no necesitan ser limpiadas, aunque puedes apretarlas suavemente en agua limpia para eliminar la suciedad. Sí es necesario darles la vuelta con regularidad. En un jarrón no hay movimiento ondulatorio, así que mueve la bola cada semana más o menos o acabará perdiendo su forma redonda.
También puedes rodar suavemente una bola Marimo deformada entre tus manos para que vuelva a tener un aspecto normal.
Problemas con Marimo
Si tu bola de musgo Marimo no se encuentra al 100%, pueden surgir problemas. Por suerte, ¡normalmente deberías poder salvar la bola!
- Pardeamiento. Si tu bola de musgo Marimo se está oscureciendo, es posible que esté recibiendo muy poca luz o que las temperaturas sean demasiado altas. Aumenta la iluminación si es necesario.
Si no lo has hecho todavía, mueve las bolas de musgo más a menudo para que todas las partes estén expuestas a la luz con regularidad. Si la temperatura del agua es demasiado alta, traslada el recipiente a un lugar más fresco.
- El marimo se vuelve blanco. Esto puede ser un signo de demasiada luz. Si tu bola de musgo Marimo recibe luz solar directa, trasládala a un lugar más sombreado. Si parece que hay algo blanco y viscoso creciendo en las bolas de musgo, es un tipo de alga hostil que debes eliminar para evitar problemas.
- Marimo decayendo. Si el cuidado de tus bolas de musgo Marimo no ha sido el ideal durante mucho tiempo, es posible que empiecen a pudrirse y a descomponerse de dentro a fuera. Se desmoronarán y algunas partes se volverán negras.
Retira los trozos muertos y trata de salvar todo lo que queda, enrollándolo suavemente en bolas de Marimo más pequeñas.
Reproducir Marimo
Propagar una bola de musgo Marimo no es difícil: ¡la bola de musgo prácticamente lo hace sola!
Aunque crecen muy lentamente, con el tiempo se desprenden pequeños trozos de las bolas «madre». Si enrollas estos trocitos con regularidad, acabarás teniendo nuevas bolitas de Marimo.
También puedes romper una bola de musgo Marimo para multiplicarla. Los mini Marimos resultantes tendrán un aspecto un poco torcido al principio, pero con un rodaje regular adquirirán su típica forma esférica.
Si tienes más preguntas sobre el cuidado de las bolas de musgo Marimo o quieres compartir tus propias experiencias con este tipo de alga tan curiosa, ¡no dudes en dejar un comentario a continuación!